lunes, 23 de septiembre de 2013

Discreción en la prescripción y uso de los medicamentos

El objetivo básico sobre el que se trabaja en este texto es el generar conciencia y discusión en la comunidad, estudiantes y profesionales de medicina, química farmacéutica y disciplinas afines, sobre el uso adecuado de los medicamentos, tanto en el uso individual y personal como en los recomendados para el uso de otros. 

El núcleo principal de una receta es la elección del fármaco apropiado, la selección de la dosis y la determinación sobre el régimen de dosificación para un paciente específico. Posterior a la anamnesis y valoración clínica, continúa el ejercicio científico por parte del médico mediante el cual aplica la base racional a la determinación de la dosis correcta de los medicamentos que podrían mejorar el estado de salud del paciente o prevenir el deterioro de la misma. 

El ejercicio científico para la farmacoterapia se basa en la adopción y aplicación de conceptos comprobados por las ciencias pilares de la farmacología: farmacocinética, farmacodinamia y toxicología. Con base en estas ciencias se acogen los términos para la evaluación cuantitativa en la relación dosis-respuesta, responsables de la exposición del paciente a los beneficios y/o riegos de la medicación. No obstante, las propiedades farmacodinámicas y farmacocinéticas de los fármacos por sí solas no responden por la eficacia de la farmacoterapia, puesto que los principios activos se presentan comercialmente en productos medicinales constituidos por componentes adicionales que regulan la cantidad de fármaco liberado al organismo y el tiempo en el cual se logra este proceso. 

Estos asuntos de eficiencia y eficacia de la medicación requieren la mayor atención en el momento de decidir sobre la administración terapéutica de medicamentos. A su vez, las bases científicas conceptuales para valorar la eficiencia de los productos medicinales están dadas en las ciencias biofarmacéuticas. Con base en estas se determinan las relaciones entre las propiedades físicas y químicas del fármaco y de la forma de dosificación (medicamento o producto medicinal) y la ruta o vía de administración para la absorción sistémica de los fármacos. Los criterios farmacológicos cuantitativos y biofarmacéuticos están integrados bajo el término de farmacometría.

CONCLUSIÓN

Al momento de prescribir, evaluar la terapia, recomendar o suministrar racionalmente un medicamento, debe atenderse la correlación y el equilibrio óptimo entre las propiedades farmacodinámicas, farmacocinéticas y biofarmacéuticas de cada medicación.  Ignorar  u omitir la aplicación de los criterios científicos cuantitativos, requeridos para la prescripción y administración racional de los medicamentos, es practicar de manera arbitraria y empírica la farmacoterapia, poner en riesgo innecesario a los pacientes y agravar los costos de atención en salud.

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