El uso racional de los medicamentos, esto es, con mínimos riesgos y máxima probabilidad de eficacia, se fundamenta en el conocimiento del prescriptor sobre los conceptos farmacológicos y biofarmacéuticos, que le permiten la apreciación y aplicación de los criterios de calidad, la educación al paciente y el compromiso de evaluar y prevenir los riesgos de efectos adversos e inactividad de la terapia [1]. La prescripción adecuada e informada hace evidente la credibilidad, la aceptabilidad, el cumplimiento de la prescripción con medicamentos de calidad y la vigilancia adecuada de los efectos adversos. Los principios anteriores motivan la presentación de estas páginas como un aporte a la prescripción razonada, para el uso adecuado de los medicamentos, mediante la presentación en forma resumida de conceptos científicos vigentes acerca de las propiedades farmacológicas y biofarmacéuticas de las sustancias activas (fármacos) y los medicamentos relacionados, de acuerdo con el grupo farmacológico al que se haga referencia.
La intención es documentar, para un grupo farmacológico específico, la importancia de tener en cuenta el tipo de forma farmacéutica o forma de dispensación a administrar, los requerimientos técnicos concretos que afectan la calidad del producto, la dosis e intervalos de dosificación y su relación con la farmacocinética, los efectos secundarios e interacciones posibles que deben ser vigilados por el paciente e informados y controlados por el médico durante el tratamiento.
De esta manera se pretende facilitar la aplicación de conceptos a la búsqueda de resultados terapéuticos acordes con la información divulgada sobre las cualidades de los medicamentos, identificadas en los ensayos clínicos controlados, y se proporcionarán elementos para indagar sobre los eventos adversos y demás causas posibles de ineficacia terapéutica.
Muy interesante Dr. Piedad. Estaré al pendiente de los próximos! Ya estoy muy interesada en continuar leyendo
ResponderEliminar