miércoles, 12 de noviembre de 2014

Fibromialgia: ¿Una enfermedad?

La pregunta está relacionada con la caracterización clínica necesaria del mal conocido como "Fibromialgia", porque aunque la OMS la ha clasificado como enfermedad desde 1992, es una afección de origen sicológico o del comportamiento humano, que no cumple los criterios para ser considerada como enfermedad (trastorno fisiopatológico) y, por lo tanto, no existe tratamiento farmacológico para ella.

 Al igual que en el llamado síndrome o trastorno por déficit de atención hiperactivo (TDAH) en los niños y adolescentes, en la fibromialgia no se identifica ningún mal fisiológico que explique la razón de los síntomas, lo que hace imposible hablar de eficacia terapéutica, en el análisis de racionalidad de la terapia farmacológica (tal como ocurre por la falta de concentración en las tareas en el TDAH o la depresión e insomnio en mujeres adultas con fibromialgia). Por ello, llama la atención lo que dice un experto en este corto artículo de prensa: "Aunque no existe una enfermedad, el cerebro actúa como que hay una. Lo que padece el enfermo no son los síntomas de la enfermedad sino los síntomas de activación del programa de enfermedad que tiene el cerebro frente a la enfermedad".(...) 

Sin embargo, en medicina se trata la fibromialgia con analgésicos, frecuentemente de tipo narcótico, con lo cual le suman a un malestar de vida causante del insomnio y la falta de descanso efectivo (por menopausia, pérdidas familiares o económicas, soledad, incomprensión, enfermedades, etc.), otro peor como es la fármacodependencia física, por la cual, cuando no se administra el medicamento, la paciente tiene los mismos síntomas pero con mayor intensidad, tal que le obligan a buscar obtener el medicamento de cualquier forma. 

Hablar oportunamente de estas "enfermedades" creadas e incentivadas desde oscuros intereses del mercado farmacéutico puede ser de ayuda a muchas personas que están siendo sometidas a tipos de tratamientos farmacológicos de riesgos conocidos pero de eficacia nula para la recuperación de la salud y del bienestar. Porque, debe quedar claro, por estos tratamientos no desaparecen las situaciones causantes del malestar.

Ver enlace: Idoia Larrañaga, BBC Mundo. 10-11-2014

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